Sabemos que surgen muchas dudas cuando decidimos cambiar nuestro colchón por uno nuevo. La firmeza, la dureza, el tamaño o el material del que está compuesto puede que sea uno de los atributos más importantes para nosotros a la hora de seleccionar un modelo de colchón u otro.
Si una de tus principales preocupaciones es saber si es mejor un colchón duro o blando, estás en el lugar indicado. En este artículo te hablamos sobre las diferentes firmezas que pueden tener los colchones, cómo mejorar un colchón demasiado duro o blando a través de un topper sobrecolchón y qué colchón es mejor para dolores de espalda y musculares.
Relación entre dureza y firmeza
Vayamos paso por paso, antes de empezar a explicarte las firmezas que puede tener cada colchón, te vamos a resumir de forma sencilla qué relación existe entre dureza y firmeza, porque no, no son lo mismo.
La dureza de un colchón se mide en newtons y tiene que ver con la fuerza. Es decir, qué reacción da la superficie del colchón cuando se ejerce presión sobre esta.
Por el contrario, la firmeza está altamente relacionada con la densidad, la cual se mide en metros cúbicos, y depende de la calidad y la cantidad de los materiales que se hayan utilizado para crear el colchón. La firmeza es la que decide qué es mejor para nosotros, si un colchón duro o blando.
Para hacerlo más fácil, si sólo tuviéramos en cuenta la dureza no podríamos elegir un colchón. Un colchón duro haría que la sensación de dormir fuera como si estuviéramos encima de una roca, y un colchón blando como si nos fuéramos a hundir.
Aquí entra en juego la firmeza. Existen colchones blandos que tienen núcleos (es decir, el material que existe en su interior) más firmes y que aportan un nivel de apoyo óptimo. Mientras que existen colchones duros que tienen núcleos blandos y mullidos para un equilibrio perfecto.
Colchón blando o firmeza baja
Un colchón blando está pensado para aquellas personas que no sufren de problemas de espalda y que prefieren una sensación más suave al dormir. Suelen tener una densidad alrededor de los 18-40 kg/m³
Se adapta a tu cuerpo mientras duermes haciendo que se minimicen los puntos de presión si duermes de lado así como ayudando a evitar problemas de la circulación de la sangre.
A pesar de esto, muchas veces puede llegar a ser demasiado blando, lo que provoca que la columna vertebral deje de estar alineada, haciendo que nuestro descanso no sea para nada reconfortante. Movernos por la noche para cambiar de postura es todo un reto en este tipo de colchones.
Recomendamos este tipo de colchón solamente a personas que tengan un peso muy bajo.
Colchón duro o firmeza alta
Por otro lado, los colchones duros son aquellos que cuentan con una densidad superior a los 80kg/m³. Es el más adecuado para aquellas personas que necesitan un mayor soporte para la espalda y la columna vertebral. Además, al ser tan firme es más duradero ya que como sabemos, estos van perdiendo firmeza con los años.
¿Cuáles son sus desventajas? Los puntos de presión no se reparten de forma uniforme, lo que puede causar molestias en las caderas y hombros.
Colchón de firmeza intermedia
Por último, los colchones de firmeza intermedia son aquellos que cuentan con una densidad de entre 40 y 80 kg/m³. Según los expertos son los más recomendables ya que tienen las ventajas de las firmezas que hemos comentado anteriormente. Es la combinación perfecta entre un buen soporte para que la espalda se encuentre en una posición correcta junto con una sensación de suavidad al dormir.
Es el que suelen utilizar la mayoría de personas que no requieren de ninguna característica específica ya que se adapta perfectamente a cualquier postura para dormir y tipo de cuerpo.
Qué colchón es mejor para dolores de espalda
Una de las preguntas más frecuentes cuando decidimos cambiar de colchón es, ¿cuál es el mejor para el dolor de espalda?
Aparte de mantener una buena postura durante el día, ya sea en casa, en el trabajo o incluso al andar, la firmeza de nuestro colchón tiene mucho que ver con los problemas de cervicales y espalda que podamos llegar a tener, por tanto es muy importante que elijamos el colchón que mejor se adapte a nuestras necesidades.
Los colchones de firmeza media, sobre todo aquellos colchones viscoelásticos, son los que más te pueden ayudar a mejorar tus problemas de espalda si crees que estos han sido causados por tu antiguo colchón. Desde Perlanit, te recomendamos que cuando compres tu colchón nuevo, te asegures de que tengas una garantía de, al menos, 90 días, por si no ves que tus problemas no mejoran.
Cómo mejorar nuestro colchón duro sin cambiarlo
Imagina que ya ha pasado el periodo de garantía y no has devuelto tu colchón, bien porque al principio no le encontrabas ninguna pega, porque se te ha pasado la fecha, porque pensabas que con el tiempo se iría adaptando a tu cuerpo pero no lo ha hecho… No te preocupes, la solución no es comprar otro colchón si el tuyo no está muy desgastado o viejo, sino añadir un topper o sobrecolchón.
Si no sabes qué es un topper para colchones duros, es un colchoncillo de unos 7cm que se coloca sobre tu colchón para aportar una mayor comodidad a tu descanso. Se utiliza sobre todo para mejorar la firmeza de tu colchón en casos en los que sientas que es demasiado duro o blando. Los toppers de Perlanit están hechos de viscoelástica, por lo que se adaptará a tu cuerpo de manera perfecta proporcionándote una sensación de comodidad.
A modo de conclusión, a pesar de que la firmeza más recomendable es la media, lo mejor es que escojas aquel con el que duermas más a gusto. Por ello desde Perlanit te recomendamos que pruebes antes tu colchón y no dudes en comprar un topper si quieres mejorar tu descanso sin de una forma económica.